12.31.2007

El Viaje II

Hasta que llegó el día esperado, llegó la posibilidad de renovar energías y los compromisos adquiridos el 2007. Compromisos, por cierto, conmigo mismo y los seres queridos que me rodean, que significativo cerrar un año para empezar otro y tener la disposición de descubrirlo plenamente, sin miedos ni prejuicios, que venga lo que tenga que venir, que se vayan los que así lo decidan y que permanezca lo mejor de cada uno para seguir creciendo e incorporando cosas positivas a nuestras vidas.
Mañana encontraremos un día más en el calendario, un año nuevo que nos invita a ver que hay detrás del simple número que uno ve, comenzaremos otro ciclo, 12 meses ya conocidos pero con toda una cantidad de nuevas historias que serán lo que nos mueva hasta que nos encontremos, otra vez, en esta fecha.
Puedo sonar reiterativo en mis palabras, puede ser esto un poco más de lo mismo, como me dijeron por ahí en mis últimos escritos había perdido la "magia", sólo puedo decir que estoy en un período cargado de agradecimiento, reflexión y análisis de todo lo que he pasado los últimos 12 meses, los cambios no son fáciles y no quiero que pasen desapercibidos.
Desde mi racionalidad quiero darles una vuelta, entender que hice bien, que fue lo malo y que es lo que todavía falta. Por suerte no me canso de aprender y cada día descubro cosas nuevas, cada día conozco versiones de mi que estaban escondidas y deseo mantener las ganas que hoy tengo, ya que por sobre todas las cosas, ha sido mi mejor descubrimiento de este año que termina, yo.
Ya está todo dispuesto para el 2008, las cartas echadas y las apuestas en su lugar....quiero ver que pasa y seguir construyendo lo que ya empecé.
A los que se dan el tiempo de leerme les deseo lo mejor para el 2008 y ver me traerá estás líneas en los próximos 366 días.

12.21.2007

El Viaje

A principios de Marzo, de este año que ya termina, comencé un viaje con un destino un poco confuso, podían ser muchas cosas, como podía no ser ninguna, pero en sintesis, no sabía que podía pasar. Decidí abandonar lo que tenía, emprender nuevas metas en un lugar distinto, dejé atrás familia, amistades y todo lo que había construído en los últimos 29 años. Necesitaba encontrar mi lugar y renovar las energías.
Me cambié de ciudad buscando una nueva vida, buscando oportunidades que veía limitadas en el lugar donde estaba, buscando encontrarme con una parte de mi que aún desconocía y queda mucho por conocer, tomé los riesgos sin dimensionarlos en demasía, ya que era mucho más entretenido entender todo lo que tenía por ganar.
No sabía como iba a terminar el año, ni en que lugar del viaje me encontraría a estas alturas, pero si tenía una idea de lo que quería, de como me gustaría que fuera y claramente estoy en un lugar privilegiado, quizás si pongo en la balanza y comparo mis expectativas con la realidad no habría muchas diferencias o existirían factores que pudieran diferenciar una de la otra. Pero no contaba con el cambio que este viaje provocaría en mi, no contaba con toda la gente que he conocido mientras avanzo, algunos se han vuelto muy importantes y partes fundamentales de la realidad que construyo, no contaba con sentirme como me siento hoy por hoy, es verdad, hubo momentos críticos, no todo fue tan bueno, pero tampoco nada tan malo.
Tantas veces me negué y di mil vueltas para no emprender el viaje, pero uno no termina de aprender nunca, este viaje se ha convertido en el punto de partida y a la vez en el cierre de la etapa anterior, las cosas que he ido descubriendo me motivan a continuar, quiero saber que hay más allá y disfruto con cada paso que doy.
Cierro el 2007 de muy buena manera y espero comenzar el 2008 todavía mejor, que el viaje continúe, agradezco a quienes me han estado acompañando en los pasos que el 2007 di y los invito a seguir el año que viene, que los pasos serán más importantes todavía y el mérito no es sólo mío, siempre hay alguien que te recuerda lo que eres y sonríe para que uno sonría también.

Sigo en este viaje, ya se va mostrando el rumbo...

12.04.2007

Mañana??

El cansancio ha completado el nivel más alto desde hace mucho tiempo, sobrepase mis propios límites y hoy me siento cansado de estar cansado y es tanto el cansancio que no puedo descansar. El tiempo pasó volando, los últimos dos meses fueron casi como 2 semanas, postergando la vida propia y dejando de lado todo para sólo concentrarme en lo importante, con suerte dormí y no recuerdo haber hablado de otra cosa, dos meses bastante monotemático y absorbido por la vorágine del trabajo realizado.
Pero ha sido un tiempo apra aprender, para conocer algo más de uno mismo, la presión y el stress han motivado actitudes, antes inconscientes, que hoy me sorprenden y las he asumido como propias y sigo creciendo e incorporando muchas cosas nuevas a partir de todo lo que he visto pasar por mis ojos en los últimos 60 días.
Me ha sido imposible no conectar los hechos actuales con aquellos pasados hace ya un buen tiempo, he conectado situaciones puntuales y bastante particulares a situaciones nuevas totalmente acordes con lo anterior, reconozco claramente un hilo conductor o una historia que se va tramando con una continuidad gigante y pasan los años y el libreto no se agota, han cambiado las locaciones, los personajes secundarios y algunos protagonistas, pero lo más sorprendente es que todavía está la sensación que todo está recién comenzando y el final, al menos, se ve muy lejano.
A pesar de la claridad con que destaca la historia, no me es posible aventurar los siguientes capítulos, no se puede descartar nuevos cambios, la aparición y desaparición de personajes, momentos críticos, momentos emocionantes, nuevos días de stress y otros muy relajados, pero sigo atento a lo que pueda pasar, la intriga, la curiosidad y las ganas de ver que hay mañana no ha perdido la fuerza, todo lo contrario, van en aumento con una ansiedad agotadora.

10.27.2007

Santiago en 100 palabras

Hace meses escribí los siguientes dos textos para el concurso Santiago en 100 palabras, han aparecido los resultados y no estuve entre los seleccionados. Por esto me permito compartirlos acá.

Ojos Verdes

Tranquilo, llevado por la inercia de un recorrido repetido, encuentro lugar en el último vagón. Una vez adentro, me perdí en sus ojos verdes que cruzaban miradas perdidas y atraparon la mía sin poder ofrecer resistencia. Las estaciones pasaban y yo seguía en sus ojos, totalmente aturdido.

Luego de regalarme una sonrisa, ella bajó del carro y mis pies intentaron seguirla, pero mi cabeza quedó tras las puertas y sonreí en movimiento diciendo adiós hacia el andén.

Como quisiera que la razón fuese más rápida que las puertas de aquel vagón. Como quisiera, un día de estos, perderme otra vez.

Subsuelo

Santiago se derrumba mientras intento llegar a casa. Arriba las ideas toman forma de bandera, abajo otros se mueven hacia destinos diferentes. Arriba la lucha compartida se transforma en causas individuales, abajo las causas individuales parecen cada vez más compartidas.

Santiago se divide en 4 millones, pero en el subsuelo parece haber mayor consenso y los que parecían reunidos, ya no lo parecen tanto. Existen víctimas y victimarios según los ojos que los miren, causas compartidas, formas disidentes. Mientras arriba se escuchan sirenas, abajo miles de walkman suenan en silencio, sólo el ruido del tren acompaña el regreso a casa.


10.21.2007

Transición

Han pasado casi 8 meses desde que di un giro importante a mi día a día, todo este tiempo ha sido de descubrir, rescatar y apoderarse de ciertas personas, espacios y hechos que han sido tan importantes que a veces se nos escapa de las manos la simple posibilidad de decir gracias. Es que generalmente pensamos que las cosas son gratuitas y solo tienen que ser, se nos olvida que no siempre funciona así, que cuesta más de lo que creemos y desestimamos el papel de nuestra actitud y la cuota de fortuna que nunca está de más.
Hoy camino en mi rutina nueva acompañado por los acordes de canciones que he seleccionado previamente, me recuerdan lo que dejé atrás, lo que estoy viviendo y todo lo que quiero vivir. Me conectan conmigo, entablo largas conversaciones en mis trayectos, discuto y hasta me cuestiono más de la cuenta las decisiones que tomo.
Ansiedad es lo más común por estos días, ésta etapa de transición no es del todo agradable, uno se siente como con el tiempo detenido dando un paso, con los pies en el aire, sin poder afirmar el pie que va hacia adelante ni desconectar del todo el que pisa el peldaño que dejo y lo más incómodo es darse cuenta que el tiempo no va tan lento como el paso, el paso es una cámara lenta de una realidad acelerada y vertiginosa.
Los fracasos me han enseñado todo lo que no pude ver en su momento, ahora la mirada es amplia y me mantengo en un lugar que me tranquiliza y me da seguridad para lo que se venga, a veces con los temores propios que no dejan avanzar y otras con la ansiedad sobrerevolucionada que dejo atrás la conciencia y el saber de los años vividos.
Ya llegaré al extremo que veo, y me doy cuenta que me espera, ya llegará el momento en que mis pies se reunan en este nuevo peldaño que contemplo desde la cámara lenta y mi tiempo sincronice con la realidad.
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10.06.2007

Acuerdo

Me ha costado adaptarme a todo lo nuevo que involucra ser yo. Pienso que simplemente las cosas las hago bien, y alguien aparece para decirme que no es tan así, que hay cosas que no veo y son tan importantes como las que si. Soy consciente, y esto es nuevo, que la decepción puede ser dura y que es tan parte de mí como cualquier otra emoción, soy consciente que hoy hay quienes sienten eso por mi, eso es lo que provoco, para ellos.
Pero todo esto es bajo un criterio común, determinado por lo que "acordamos" como sociedad respecto a lo bueno o lo malo, lo que nos decepciona y no, lo que permitimos y no, etc. Yo, simplemente no quiero estar bajo ese criterio, no fui parte de la decisión, ni quiero ser parte de lo que ya está decidido. No necesito enmarcar lo que soy bajo concensos previos que ni se acercan a lo que pienso, sólo espero que todos aquellos que caminan por la vida juzgando al resto, como verdaderos jueces preocupados de que todo sea como tiene que ser, puedan entender algún día que habemos quienes no queremos ser medidos de la misma manera, no hablo de que deban ser condescendientes, hablo que sean capaces de mirar con altura y comprendan que todos somos distintos, que las expectativas que generamos no siempre se enmarcan en lo acordado socialmente, que hay mucho por venir y que hay cosas que nos pueden sorprender.
Hoy le canto a la sociedad a través de una canción que encontré en estos días, hoy quiero decir, "Sociedad, ojalá no te sientas sola, sin mí", y tiene solo que ver con que no quiero pensar como todos, ni quiero que me juzguen y clasifiquen como a todos.
Que ya está bueno de limitaciones y privaciones, que esta bueno de esa seguridad exagerada con que nos referimos a terceros, que apenas conocemos lo que nos dejan ver, que lo interesante es descubrir un poco más, que el desafío es eso y no justificar nuestros sentimientos por lo acostumbrado, sino que realmente querer conocer al otro.
También reconozco que hay momentos que no quiero que me conozcan, que les debe bastar con lo que tienen, que más es un riesgo que no quiero asumir. Me gusta ver las cosas desde fuera, me gusta no ser la atención y si distraerla para mantener a salvo, lo que quiero ser, todo por lo que me levanto día a día Cy sentir que eso puede estar amenazado me preocupa.
Es momento de abrazarnos, de respetarnos nuestros tiempos, nuestros miedos, nuestros propósitos, nuestras metas y por sobre todo, reconocernos como personas diferentes y no partes de una serie.
Sólo.....gracias.

9.21.2007

Puertas

A veces doy golpes a puertas que me han dejado un poco abiertas, las golpeo para ver si me dejan entrar y pueda descubrir todo lo que hay tras ellas. A veces esos golpes no son escuchados y no recibo respuesta alguna, trato de abrir la puerta sin que nadie se moleste en ayudarme, pero generalmente se vuelven tan pesadas que, simplemente, no soy capaz.

Por otro lado hay otras que no quiero abrir y se me presentan de par en par, tan disponibles que de solo acercarme ya estoy adentro y lamentablemente lo que descubro no es de mi interés, no me plantea desafíos ni me motiva lo suficiente.

He llegado a pensar que tengo una obsesión con las causas perdidas, que son mis favoritas al momento de enfrentarme a ellas, que existe un desafío personal respecto a la posibilidad que yo pueda abrirlas, que nada me detiene y al contrario, que no hay tales causas perdidas, que son sólo más difíciles que otras.

Me he encontrado con diferentes tipos de puertas, algunas muy sencillas, otras más sofisticadas, algunas que aparentan un mundo interior que me motiva, otras que son un enigma y no logro descifrarlas sin entrar, pero he aprendido que como se ven no es tan importante, que hay algunas que se ven mucho mejor cerradas y otras que definitivamente esperan ser abiertas; y con ellas siento la necesidad de descubrir, la aventura de traspasar esa frontera me desvela, sin expectativas, sólo con la clara idea de la existencia de aquel mundo desconocido que quiero conocer, por mi, por mi inevitable motivación de aprender, de fusionar lo que se con todo lo que puedo aprender, de dar la bienvenida a quien pueda cuestionar y desafiar todo lo que he construido tras mi puerta, de poner a prueba todo.

Sigo buscando esa puerta que me obligue a cerrarla por dentro, esa puerta que me atrape y pierda la clave de la cerradura. Aún no se que sería lo que me hará quedarme, aún no tengo idea de lo que me haría bajar las revoluciones frente a la posibilidad de descubrir, pero lo cierto es que una vez adentro me sentiría seguro, protegido y en plena aventura.

Así como también, sigo siendo una puerta que busca ser abierta, una vez adentro les espera un guía quien acompañará el recorrido, una vez adentro presionen play y escuchen su canción favorita, podrán encontrar una lista con aquellas que se recomiendan, hay más de una para cada tramo del camino.

Puertas, puertas y más puertas, en estos momentos me basta una ventana semi abierta para poder ver algo del interior, una ventana que me de las fuerzas para pararme frente al portal.

9.09.2007

Extraño

Que extraño es extrañar. No he podido entender que se extraña cuando se extraña. No he podido entender por que extraño cosas y gente que no conozco. En fin, hoy me siento extraño extrañando, no es una situación común para mi, no acostumbro a sentirme así. Es más, siempre me ha molestado la exagerada frialdad con que me desenvuelvo día a día, me cuesta conectarme de manera que pueda afectarme, y si lo hago no develo lo más profundo de mi, de manera inconsciente que no muestro debilidades y logro pensar mucho más antes de actuar.
El asunto es que hoy extraño, desde mi lugar siento las ganas de conectarme con personas que he dejado y no están por diferentes razones, los caminos se han separado y hoy sólo nos queda extrañarnos y conectarnos a medida de nuestras posibilidades. Extraño también olores, colores, sonidos y silencios de tiempos anteriores y etapas ya pasadas. Y sin entederlo, extraño también a personas que no conozco, extraño conversaciones que aun no he tenido, compañías que aún no se presentan, noches enteras de silencios a media luz, amaneceres con sonrisas que aun no puedo disfrutar y extraño llegar a casa cansado después de un largo día, escuchar aquella canción que tanto me gusta y ver como me miras mientras me saco las cargas de la jornada.
Tengo la constante impresión que lo que viene es perfecto, todos los días doy pasos que me acercan a todo lo que ya extraño. Todo es tan perfecto, todo es tan extraño.
Es muy fácil dar tumbos y avanzar como caballo de carrera, con los ojos semi tapados, con una sola dirección y sin posibilidad de mirar al costado o tomar un descanso para ver todo lo que ya hemos recorrido.
No me pienso negar a extrañar, a pesar de todo no es para nada malo y sólo puedo pensar que extrañar es tan extraño para mí, como lo extraño que me siento cuando no extraño.

8.22.2007

Vida en construcción.

Cansado, impregnado de la necesidad de ocupar el momento presente para recuperar todo aquello que parecía perdido. Recuperar la propia vida, las ganas de cambiar, de quedarse, de ser y estar.

Dejarse llevar por la inercia, pasar de la inercia y volver a ella para que continúe el día a día, hacer lo necesario y lo imposible por sonreir, por llorar, por ver la salida del sol y esperar el brillo de las estrellas.

Contemplar la caída de la lluvia que puede caer en forma de nieve; abrir los brazos y sólo abrirlos, que todo esté dispuesto para absorber nuevas energías, para que limpiemos las antiguas y las dejemos partir cuando hayan cumplido su cometido.

Correr, saltar, caminar, hacer lo que queramos mientras sea hacia adelante, empacar nuestro ayer como si fuera una pequeña bitácora que se transforme en un manual para ser uno mismo, que nos muestre lo que somos y podamos continuar escribiendo a medida que cambiamos de página.

La sincronía del movimiento de la marea con nuestro dar y recibir, entregamos hasta que la arena nos deje y luego esperamos pacientes a recibir lo que nos pertenece, con ello arrastramos cosas que quizás no esperemos, pero pueden ser aún más satisfactorias y llenar más espacios de nuestra felicidad.

Invitar a quien sonríe a nuestro lado a tomarnos de la mano y buscar en el silencio todo aquello que las palabras no son capaces de decir, abandonar los miedos y vestirnos de armadura para ser grandes caballeros que esperan luchar por recuperar todo aquello por lo que hemos decidido nuestro destino.

Derribar los muros y barreras que hemos construido, extender nuestras tierras hasta combinarlas con las ajenas. Dar espacio al azar, las casualidades y la espontaneidad que, hoy por hoy, se burlan desde fuera mientras nos rige la rutina.

Mirar a los ojos, mirar el alma entera, mirar a quienes nos miran, mirar la verdad, mirar hacia el frente y no sólo ver nuestros zapatos y nuestro propio ombligo.

Vivir, hasta que nuestros pies nos impidan seguir el camino, convertir las lágrimas vertidas en nuestra propia fuente de la eterna juventud. Que ahí esté contenido lo que somos, el gran secreto al que inspiran nuestros sueños.

Siempre existirá alguien que nos muestre el camino...

8.13.2007

La tristeza de no sentir tristeza

Historias, cuantas historias nos perdemos a diario por ser incapaces de conversar. Tantas historias se esconden tras rostros alegres con una tristeza arraigada en lo más profundo del ser. Detrás de cada rostro hay una versión más acabada y definitiva de cada uno de nosotros, a veces pensamos que está todo bien, pero la realidad muestra otra cosa.

Nos cuesta tanto mostrarnos de forma sincera que el tiempo nos pasa la cuenta, caemos en un pozo que sentimos que sólo caemos cada día más y que la salida se nos aleja, se escapa atrapados en la soledad de problemas que creemos no tienen solución, nos volvemos egoístas y cobardes, cuando la verdad es que incluso este egoísmo nos impide vernos a nosotros mismos.

Los pensamientos positivos se presentan, pero no logran tener la fuerza necesaria para cambiar el rumbo, para encontrar el sentido que nos falta para sonreír de nuevo, de forma sincera y con la convicción que podemos cambiar el mundo. El egoísmo es tan grande que perdemos la noción de la existencia de otras historias, algunas más sinceras que otras, creemos que la nuestra es única y que nadie la entenderá, y aquí está nuestro primer error.

Con el tiempo me he dado cuenta que lo que me pasa no sólo me pasa a mi, he entendido que con mi historia afecto a otras, quizás a kilómetros de distancia y que también puedo encontrar relatos similares en dimensiones paralelas, pero diferentes. Somos personas, lo cuál nos hace perfectamente imperfectos, con aquella gran posibilidad de equivocarnos y empezar de nuevo, de cometer errores y aprender de ellos, de cambiar si es necesario, de variar ciertas coordenadas para llegar donde queremos.

Qué distinto sería todo si comenzáramos a comunicarnos más y fuéramos más humildes respecto a nuestra humanidad, asumiendo con absoluta conciencia la existencia de otros, que no hay mejores ni peores, “que todos sufren del mismo dolor” como dicen los versos de una canción que suena repetidamente en mi walkman.

Todos esconden su verdad por la posibilidad de mostrarse vulnerables, todos se avergüenzan de su dolor, cuando no hay nada mejor que sentir tristeza para aprender a reconocer la felicidad, todos temen derramar lágrimas sumidos en la cobardía que se impone día a día, es triste, pero aquellas lágrimas limpian nuestros ojos para ver el sol más brillante y nos permite entender que cada día es una posibilidad. La tristeza de no sentir tristeza, eso me da pena y me duerme las piernas cuando quiero correr.

Hoy la posibilidad de hacerme responsable de las cosas que me pasan convierte mi sonrisa en algo más coherente con lo que se esconde detrás de mi rostro. Esto de hacerse cargo de uno mismo inspira nuevas ideas, la primera de todas es que puedo cambiar el mundo, puedo decidir respecto a mi historia y descartar lo que no quiero, usar el filtro que he construido a través de la experiencia de sentir tristeza. La posición de espera no me sirve, nadie vendrá a cambiar nada, nadie vendrá a arreglar lo que haga falta.

Empecemos a reconocernos dentro de los escombros que hemos provocado a lo largo de nuestras vidas, empecemos a reconocer que en los otros se encuentran otras historias que pueden inspirar aquellos cambios que necesitamos. Entendamos de una vez por todas que no es tan malo llorar y que es la única forma que nos permitirá sonreír con absoluta sinceridad, lejos de la cara que mostramos sin concordancia con nuestro interior.

A veces sólo hace falta un whisky, un cigarro y una buena conversación para cambiar el mundo. Las oportunidades se encuentran a la vuelta de la esquina, pero no llegan solas y tomarlas requiere hacer lo que sea necesario, todo implica costos y riesgos….pero bueno, a eso vinimos o no??.

7.30.2007

Y si fuera mía?

Hace días tropecé con una estrella, no alcancé a darme un golpe, pero si una de esas sorpresas que te mueven. Sólo estaba sentado contemplando la puesta de sol en el mar, la luz se iba, el sol acababa su jornada y entraba la noche, a media luz asomó ella, brillante como pocas veces he visto una estrella, solitaria en el firmamento y para mejor, al parecer, nadie la veía como yo, todos lograban verla, pero no veían nada especial en ella..era una estrella más.
Mucho tiempo me tuvo abstraído, muchos minutos pasaron y eramos sólo ella y yo, mi estrella y todo lo que invadía mi cabeza. Lograba sonreir sin saber por qué, pero después entendí que junto a mi estrella me sentí más acompañado que nunca, pocas veces me había sentido tan comprendido como ese día. Sentía que todo lo que pensaba estaba bien, que no estoy tan equivocado y que estoy siguiendo el camino correcto.
Por mi cabeza pasaban los acordes de las canciones que me acompañan por estos días, y ella...bailaba conmigo y éramos cómplices, las sonrisas aparecían con mayor frecuencia y para el asombro de los demás, yo estaba "solo". No había nada tangible que el resto pudiera identificar a mi lado como para provocar todas aquellas sonrisas.
Más entendía que éramos ella y yo, ella estaba ahí para mi..y yo dentro del vértigo de la ciudad también me permitía estar para ella.
Hasta ahí pensaba que sería sólo ese momento y después debería volver a mi realidad, pero los hechos cambiaron mi parecer. Una semana después, de vuelta al mismo lugar, a la misma hora y con ganas de encontrarla de nuevo....me sorprendió de nuevo, no tuve necesidad de buscarla, ya estaba ahí.
No se si me estaba esperando o ya la invité en mi inconsciente, pero estaba ahí y volví a sonreir..repetidas veces sonreí, por segunda vez me sentí en confianza y me abstraí, volvieron los acordes y el baile comenzó.
Otra vez dejé de sentirme sólo y el cielo me daba una oportunidad...muchas respuestas pendientes dejaron de serlas...aparecieron las respuestas y sonreí.
Que simple parece todo...me basta mi estrella y la música, porque esa estrella ya es parte de mi, las preguntas avanzan en sintonía de las respuestas que encuentro.
¿Y si fuera mía?..creo que si, es más, estoy convencido que si, hasta el momento nadie ha venido a reclamarla y por otra parte, siento que también ella quiere quedarse conmigo.

7.16.2007

A un click de distancia

Así de simple. A un click de distancia. A veces así funciona la vida, sin más ni menos.
Tantas caras vemos por la virtualidad que nos presenta internet, cuantas de ellas pueden ser falsas o una versión mejorada y arreglada de cado uno de aquellos que se esconden entre las capas de la red. En cambio hay otras que parecen pasar desapercibidas y no son más que otra fuente de realidad que aparece para nutrirnos y aprender....a confiar en este medio....a conocernos más...a entender que no existen fronteras ni límites de ningún tipo, que a veces nos parecemos tanto que da miedo...nos encontramos de frente con la verdad, aquella que dice que no somos tan diferentes, que quizás nuestras experiencias se repiten y comparten en otras latitudes, que tenemos una historia que nos une.
Llega el momento en que más encima, todo cambió, la vida se empieza a escribir de otra manera, ese otro tan desconocido, pero a su vez con historias tan conocidas, ya es parte de la propia, no se puede dejar fuera ni omitir..existe, está ahí y no sabes como se vaya presentando ésta nueva historia.
Seguimos avanzando, claro está, pero quizás con un motivo más para sonreir, una historia que ilumina tu rostro al entender que no se está tan sólo, que hay otros que portan la misma bandera y son cómplices de los pasos que vamos dando, a veces incluso sin darnos cuenta que existen.
A un click de distancia y logras afectar otra vida, tal como la propia, se afectan mutuamente y sin darnos cuenta invadimos y permitimos serlo.
No me refiero a que esto sea malo, al contrario, como todo, siempre te puedes sorprender y sacarle provecho a la tecnología para abrir las puertas a nuevas sonrisas, nuevos rostros, nuevas historias, nuevas risas y que quizás, en nuestro entorno inmediato es difícil de conseguir.
Ayer una amiga me decía que esto le daba la posibilidad de "aprender de su vida a través de otra, de reconocerse y reinventarse" a través de la vida de otro. Es un camino que se abre en este proceso de autodefinirse e identificarse.
Ya que vuelvo al inicio, por más parecidos que nos pensemos que somos, cada uno es distinto, cada uno aporta un grano más a la diversidad, podemos compartir mil y una historias, pero somos únicos, somos complementarios.

A un click de distancia y hay quienes que leen esto también les propone un sentido que comparten...
A un click de distancia y alguien te regala una canción que interpreta parte de ti...
A un click de distancia y logras ser un compañero...
A un click de distancia y todo lo que nos separa desaparece...
A un click de distancia y te encuentras en ojos extranjeros...
Un click y la vida ya cambió.


5.02.2007

30 años

Vida nueva. Ese ha sido el mejor regalo de cumpleaños, 30 años y la vida cambia en un par de meses. Sin darme cuenta, en 2 meses he logrado más cambios que en años completos, en 2 meses mi vida ha dado una vuelta inesperada y motivante.
Llevo dos meses en busca de un nuevo objetivo que a traído un cambio de ciudad, sólo para empezar. Luego de eso son muchas las cosas que han cambiado y sin querer, también yo he cambiado. Para mi cumpleaños necesitaba marcar la diferencia entre el antes y el después, no podía permitirme cumplir los 30 de la misma manera que cumplí los últimos veintitantos, y es por eso que me propuse entregarme a la vida y ver que me proponía. Y, que les puedo decir, ha sido uno de los grandes aciertos de los cuales me puedo sentir orgulloso y feliz de haber decidido de esa manera.
Por una parte recibí el saludo y el afecto de quienes dejé hace dos meses, a la distancia estuvieron presente, sin fallar, ahí estuvieron en la medida de las posibilidades, las mías y las de ellos, por otra parte, caí en un mundo nuevo que contrario a lo que se pudiera pensar me recibió con los brazos abiertos, compartí con amigos y familiares que son parte de esta nueva etapa, y no recibí migajas de cariño, ha sido increíble, porque recibí lo mejor de cada uno, ha sido de esos días en que no puedes no sentirte agradecido y orgulloso de la vida que llevas.
Después de esta celebración de mi año 30 muchas cosas para rescatar, para empezar ha sido la confirmación de que todos los cumpleaños debieran ser como ha sido este que recién pasó,y tiene que ver con sentirte apoyado , querido e importante; por otra parte la frase cliché de "quien obra bien, recibe el bien", y hace un tiempo ya que siento que las cosas las hago bien y cometo menos errores. También ha sido un premio a los riesgos tomados en su momento, mostrándome que cuando se está convencido de algo, hay que tomar fuerza y dar el paso, no puede pasar nada tan grave, es más, la vida te puede sorprender y entregarte un mundo nuevo, lleno de posibilidades y alegrías.
Todavía tengo marcada la sonrisa de lo que fue este último 30 de abril y sólo ha logrado confirmarme que voy bien encaminado y que por fin estoy cerca de obtener lo que he estado buscando y más encima, puedo ganar una vida nueva, que no era precisamente lo que vine a buscar, pero ha sido, como ya señalé, el mejor regalo.
No se que venga para mi mañana, pero sólo se, y estoy convencido que estos dos meses que ya han pasado, son parte importante de la mejor versión de mi, y quiero entender que mientras siga de la misma manera, esto sólo puede mejorar.
Como verán y podrán darse cuenta, la vida me sonríe y yo le sonrío a ella, hoy sintonizo con todo lo que me puede hacer bien y recibo también lo mejor.

Cuesta sentirse así y soy conciente de ello, por eso disfruto lo que me está pasando y solo agradezco a quienes me han ayudado a conformar todo esto, no paro de soñar y ya entiendo cual es el camino que debo seguir y es tan claro que no pretendo desviarme.

A todos, muchas gracias...ha sido uno de mis mejores cumpleaños, y justo a los 30...el cambio de folio no es tan malo.