9.21.2007

Puertas

A veces doy golpes a puertas que me han dejado un poco abiertas, las golpeo para ver si me dejan entrar y pueda descubrir todo lo que hay tras ellas. A veces esos golpes no son escuchados y no recibo respuesta alguna, trato de abrir la puerta sin que nadie se moleste en ayudarme, pero generalmente se vuelven tan pesadas que, simplemente, no soy capaz.

Por otro lado hay otras que no quiero abrir y se me presentan de par en par, tan disponibles que de solo acercarme ya estoy adentro y lamentablemente lo que descubro no es de mi interés, no me plantea desafíos ni me motiva lo suficiente.

He llegado a pensar que tengo una obsesión con las causas perdidas, que son mis favoritas al momento de enfrentarme a ellas, que existe un desafío personal respecto a la posibilidad que yo pueda abrirlas, que nada me detiene y al contrario, que no hay tales causas perdidas, que son sólo más difíciles que otras.

Me he encontrado con diferentes tipos de puertas, algunas muy sencillas, otras más sofisticadas, algunas que aparentan un mundo interior que me motiva, otras que son un enigma y no logro descifrarlas sin entrar, pero he aprendido que como se ven no es tan importante, que hay algunas que se ven mucho mejor cerradas y otras que definitivamente esperan ser abiertas; y con ellas siento la necesidad de descubrir, la aventura de traspasar esa frontera me desvela, sin expectativas, sólo con la clara idea de la existencia de aquel mundo desconocido que quiero conocer, por mi, por mi inevitable motivación de aprender, de fusionar lo que se con todo lo que puedo aprender, de dar la bienvenida a quien pueda cuestionar y desafiar todo lo que he construido tras mi puerta, de poner a prueba todo.

Sigo buscando esa puerta que me obligue a cerrarla por dentro, esa puerta que me atrape y pierda la clave de la cerradura. Aún no se que sería lo que me hará quedarme, aún no tengo idea de lo que me haría bajar las revoluciones frente a la posibilidad de descubrir, pero lo cierto es que una vez adentro me sentiría seguro, protegido y en plena aventura.

Así como también, sigo siendo una puerta que busca ser abierta, una vez adentro les espera un guía quien acompañará el recorrido, una vez adentro presionen play y escuchen su canción favorita, podrán encontrar una lista con aquellas que se recomiendan, hay más de una para cada tramo del camino.

Puertas, puertas y más puertas, en estos momentos me basta una ventana semi abierta para poder ver algo del interior, una ventana que me de las fuerzas para pararme frente al portal.

3 que tienes que decir...:

Anónimo dijo...

No ando en mi ciudad. A pesar de ello, quise pasar pot la "unica" vida que me ha permitido ver de tu existencia, y me encuentro con un nuevo escrito. Parece extraño que te tenga tan presente en mi cotidianidad... parece que yo soy la unica que me creo algunas cosas que para los demas son tontadas. Quisiera poder tener la posibilidad de sentarme a tu lado y tener el desafio de interpretar tu "frialdad" y "distancia". Creo que esto es un mensaje para mi... para decirme que no mas. Nunca pretendi molestarte ni invadir hasta fastidiar... solo queria desde la distancia enseñarte a abir ventanas, solo ventanas

Anónimo dijo...

... quieres que siga intentando abrir mas ventanas para ti???

Anónimo dijo...

Empleas la mùsica para explicar tu cotidianidad, pero tambièn para creer q no es tan monòtona como quieres creer cada mañana al despertar. En el fondo si tienes miedo de algo... escucha "En la planta de tus pies" de Sanz, y descubre un poco de mi vida, a ver si puedes ver las señales ocultas