9.11.2008

Tregua

Ya es hora, se acabó el tiempo. Ya es hora de emprender nuevos desafíos, es hora de canalizar las energías en otros asuntos, retomar los pendientes y permitirse otros errores, quizás no tan distintos, pero cargados de otras emociones.
Se ve tan lejos el punto de inicio, veo en el espejo a alguien tan diferente a cuando miraba hacia adelante sin atreverme a dar los pasos, cargo con cosas que ni pensaba en tener y he dejado a otras tan atrás que ni recuerdo en que parte del camino quedaron.
Hay ciertos sentimientos que parecen encontrarse, asoman aires que me muestran una versión de mi que se rinde, no de mala manera, me rindo para dejar de protegerme, me rindo ante la posibilidad de estar aún más vivo.
La vida que llevo es la constante que dejo, la vida que busco es tan incierta, pero seduce. La vida tras la esquina puede ser el resultado de todo el tiempo construyendo, de todos los esfuerzos y las decisiones anteriores, la vida que busco está en otro lugar y emprendo mi viaje en este momento.
Junto a la constante y vigente dejo tantas otras cosas que no son tan importantes para el nuevo hogar, aprovecho la oportunidad para hacer descargas de asunto y materias que ni de accesorios me sirven, ni siquiera como recuerdo, ni siquiera para ponerlo en un marco como una foto. Lo que dejo, aquí quedará, fue lo que fue y estuvo el tiempo que estaba señalado, no antes ni durante, el tiempo se agotó el mismo día en que me di cuenta que había terminado, sin previo aviso, ni fecha de expiración.
Ansioso me encuentro por el día, el primero de los que vendrán, el día en que me abandono y me encuentro, cuando cruzo el portal y vea que queda tras el umbral, mezcla de despedidas y bienvenidas, alegrías y tristezas, expectativas y añoranzas en un solo segundo.
Tampoco se quien me acompañará ni quienes encontraré en el camino, pero tengo la mejor impresión, al final, la vida es un gran filtro y sola ordena la baraja, siempre y cuando las cartas que se eligen para jugar sean las mejores disponible. El naipe es a medida del jugador, tal como el premio es proporcional a la apuesta.
No puedo dejar de soñar cuando mis sueños ya han tomado el paso, mucho antes que yo; no dejaré de caminar si ya lo he aprendido y cuando aprenda a trotar, trataré de aprender a correr y no descansaré por hacerlo.
Se cierra un ciclo y agradezco cada día de él, pero llega otro, con menos dudas que el anterior, con pasos más grandes y un suelo más firme, una mejor vista y otras ropas .
Se cierra un ciclo, antes de lo esperado, pero mucho más preparado que lo que alguna vez imaginé que estaría.
Se abre un ciclo, y abrir me sienta mejor que cerrar, abrir las posibilidades, abrir otros caminos que hoy son tan desconocidos, abrir la coraza y romper el hielo que hasta hoy cubre lo que soy, abrir la mente y los brazos, abrir bien los ojos y no perderme.
Poco a poco me di cuenta, que la capa de hielo se iba haciendo más delgada. Me rindo ante el desprendimiento de mis propios glaciares, dejo la resistencia para persistir.
Todavía no se ve la cumbre, pero ya la bandera flamea esperando el momento en que pueda fijarla en lo más alto, hoy la levanto junto a mi mirada y la muestro sin prejuicios, hoy esa bandera es blanca y propongo una tregua, desde hoy en adelante buscaré los colores que faltan, pero el blanco es apropiado, lo mejor para estos días.
Sin lugar a dudas, me rindo.

9.06.2008

Pasos

Una semana lejos de todo, absorvido plenamente por una realidad distinta y paralela, tan de él como las otras, pero con un dejo a abandono, un sabor a aislamiento involuntario del mundo que acostumbra y las sensaciones que gusta.
Una semana en que la vida se mostró en sincronía con todo lo que pasaba en su interior, sus grandes luchas traían luces de victoria, casi con fuergos de artificio y emociones al límite. Días de orgullo y visitas al punto de partida, como un ritual para saborear de mejor manera todo lo recorrido y las recompensas - cicatrices que marcan hoy su ser.
Pero todo tiene un costo, todo, totalmente todo, viene de un camino con altos y bajos, nace de sonrisas y llantos que nos sirven para no irse a las nubes y proponer una caída de proporciones. Él dejó de lado todo esta semana, se concentró en lo que parecía importante y apretó pausa en otras dimensiones, confiado que todo estaba preparado y todos los involucrados podrían entender, comprender que el bien mayor está siempre en juego y que hay momentos en que se deben tomar decisiones, al fin y al cabo, siempre se toman, conciente o no.
Ha pasado el huracán, grata forma de graficar todo lo pasado, un huracán de los buenos, que sólo revolvió el ambiente y las piezas, pero que no causó daño, el remezón causó un orden inesperado y lo posicionó en un lugar diferente, pasos adelante y coherente con los hechos de su vida paralela, nada fuera de contexto.
Desde hoy él ha emprendido hacia otras batallas, otros destinos que por hoy desconoce y que dejan verse con una música que cautiva como pocos; él ha entendido que las luchas hay que darlas, que no hay mejor decisión que decidir luchar, se puede ganar o perder, pero por sobre todas las cosas se deja todo y no se guarda nada, es la única manera de luchar, con los ojos bien abiertos y todos los sentidos atentos para el próximo movimiento, para moverse completamente, sin dejar nada anclado en el paso anterior, ni siquiera, las otras dimensiones de la vida, ya que lo que atrás quedó ya no se puede ir a buscar, se extrañará, pero sin duda, llegará algo mejor.
Hoy el amaneció sonriente, varios escalones arriba sobre el lugar donde se paraba la semana pasada, muchas dudas hoy son certezas y muchas cicatrices se han convertido en sonrisas indelebles para guardar. Ya se verá para donde dirige los próximos pasos, ya se verá también como va estibando su propia carga, priorizando lo indispensable de lo que puede ir descargando en el camino, ha entendido que no todo sirve para todos los niveles y que hay cosas que cumplen su ciclo para acompañar a otros, para servirlos hasta que avancen como él lo ha hecho.
Al final, siempre lo espera....lo que siempre ha buscado.