8.05.2008

Esperaré...equivocarme otra vez

Esperaré a que puedas descifrar tus pasos entre tanto tumulto, al tanto descifro los míos e intento ponerme en la línea de tus pasos. Espero evites la salida y sigas orbitando en mis sueños, los que busco despierto y los que menos recuerdo, esos que suceden dormido.
Pocas veces me dejo convencer tan fácil, pocas veces logra acorralarme la vida y logra pone en evidencia lo pequeño y vulnerable, hace gigante lo que es más y revuelve los sentidos hasta no saber siquiera cómo empezó la conversación, en que punto estamos y como continuarla. Pocas veces me sorprendo haciendo lo que sea sin saber por que lo hago, otras veces lo hago conciente y trato de dejarme llevar, nunca se sabe, quizás en esas idas y venidas te encuentre en el camino y quiera que la lluvia me empape mientras cuido que estés a salvo o simplemente te invite a empaparnos juntos.
Te veo salir y entrar, te veo mientras pierdo tus pasos en la niebla, quedo sólo con la posibilidad de no perderme el sonido de tus pasos, de seguirlos a tientas entre la niebla y la oscuridad. Te escucho reir y otras tantas quejarte de lo fácil que parece todo y al revés, que lo mismo tan difícil se pone, que cuando no queremos menos cuesta, que cuando quieres perderte todos te encuentran, y cuando quiero perderme sólo quedas tú, a lo lejos, pero pareciera no importarte, casi como si ese fuese tu lugar.
Miras al cielo, te pienso distraída y juego con mi presencia, pruebo tu interés y disfruto con el mío. Intento perderme, pero ya tengo encima tu mirada, el peso de lo que me importas se siente claramente, entonces miro al cielo y pido un deseo, dos minutos sin mi cobardía, dos minutos frente a frente, de espalda a los fantasmas y a las ganas de perderme.
Causas perdidas e imposibles, tu nombre ya no lo es tanto, he logrado memorizarlo y a veces me canso de perderte, me canso de mi cansancio y me agota la libertad de no hacerme cargo de verte y abandonarme cada vez que pueda.
Por el momento prefiero contemplarte y aprender donde encontrarte, que no sea cosa que cuando me atreva a dejar de mentirme ya no estés en el lugar en el que te vi dormir en paz la última vez.
Quizás deba permitirme cometer más errores y cuando llene mi discurso de explicaciones, entre ellas aparezca la que tanto te debo, la que he debido darte antes, la que debo darte ahora.
No debo dejar que la estrella se pierda, que cuando quiera perderme de verdad pueda hacerlo y no estés a mi regreso. Y que, tristemente, las explicaciones me las tenga que dar a mí mismo, que por no querer equivocarme, me equivoque mucho más.
Prefiero, sin duda alguna, poder decir que me equivocaría, feliz, otra vez.

2 que tienes que decir...:

Anónimo dijo...

Un guerrero de la luz sabe que ciertos momentos se repiten...con frecuencia se ven ante los mismos problemas y situaciones que ya había afrontado; entonces se deprime, pensando que es incapaz de progresar en la vida, ya que los momentos difíciles reaparecen.

"Ya pasé por esto", se queja él en su corazón.

"Realmente tú ya lo pasaste--responde el corazón--pero nunca lo sobrepasaste."

El guerrero entonces comprende que las experiencias repetidas tienen como única finalidad:enseñarle lo que no quiere aprender.

(Manual del guerrero de la luz, Paulo Coelho)

Poli dijo...

Que increíble leer lo que se piensa, pero sin haberlo escrito uno mismo y como dices, me equicocaría feliz otra vez......
Me encanto!!!!!!!!