3.09.2009

Historias

Sentado a la sombra,  con la velocidad de la ciudad guardada aún en la maleta de regreso, contemplaba el caminar de diferentes historias con diversos destinos. Las luces asomaban poco a poco a medida que se alejaba el día, las sombras llenaban los rincones e invadían los pequeños espacios que el sol ocupaba.

Las caras tristes y cansadas se retiraban paulatinamente dejando lugar para la llegada de las sonrisas, las historias alegres y las voces en alto; historias en proceso, otras tantas terminando y alguna que otra sin conciencia de su despertar. Historias en línea, cruces de otras en estricta simultaneidad y coordinación, nados sincronizados en el mar de la noche.

Ella ríe mientras ve las fotografías del verano recién pasado, otra quema sus penas y las va dejando en un cenicero sobre la mesa, otros celebran la reunión acordada y así se va pasando la tarde...historia tras historia.

Y las veo frente a mí, las veo atrás y veo tantas de ellas por delante....las vivo intensamente e intento darle a la mía cada día más vida. Entiendo la importancia que para mi tienen.

Las encuentro en canciones que me acompañan a diario, las encuentro sentado en el metro camino al trabajo y de regreso a casa, llegan otras con el carro del supermercado y en el choque casual de ellos, suceden algunas en el sube y baja de los millones de ascensores que nos transportan e,  incluso, vivo y veo tantas en la diversisad de internet.

Son historias que no me quiero perder, me sumerjo en ellas y exploro cada detalle, exploro las que ocurren dentro mío y las que me atrevo a vivir afuera. Exploro las sonrisas ajenas y la carga de sus tristezas, la ingenuidad de algunas y la perversidad de otras; historias de vida, de muerte, de duelos y alegrías; de amores, de sensaciones que se repiten a diferentes escalas y en diferentes medidas, de verdad y de mentira combinadas como una nueva historia.

Ella observa detenidamente el paso de los años, en su rostro, en el marco de sus ojos y la planta de sus pies después de tanto correr, caminar y mantenerse de pie cuando ha sido necesario. La historia requiere ser contada, de diferentes maneras y distintos momentos. Trato de escribir la mía y tengo la certeza de estar presente en otras, y justamente ese cruce es el que me mueve, es justamente esa parte compartida la que tanto me atrae, la que tanto escribe en mis líneas y  la misma canta cuando quiero bailar.

La expresión de mis sueños se refleja en cada historia que escribo y con la narración de mi historia me invita a seguir soñando. Infinito.

3 que tienes que decir...:

Anónimo dijo...

Me gusta a veces más ser aquella invisible de la musicalización (es inevitable), que nadie ve, pero todos escuchan...

A VECES SE ME OLVIDA
Quique González

Alerta, como un soldado en una garita
desnudo, como un chiquillo recién nacido
crispado, como las manos de un trapecista
planchado como los trajes de los domingos.

Me defiendo como gato panza arriba
sin llegar a distinguir a mi enemigo,
y me enredo con los hilos de tu vida
y me enfrento a un inventario de castillos.

Y a veces se me olvida que solo soy espectador
a veces las canciones se convierten en ceniza
y el corazón hundido en un bolsillo
de mi pantalón
y la ciudad palpita con horario de oficina.

Camino con los cordones desabrochados
enfilo algún bar abierto al doblar la esquina
presiento la luz dorada de un escenario
pero las cosas del alma no se adivinan.

Me despiertan las noticias en la radio
y me abruma la locura de los días
y me aprendo de memoria el calendario
las maneras de vivir son solo mías.

Y a veces se me olvida...

Anónimo dijo...

... ignora la parte donde dice:
"Me defiendo como gato panza arriba ", por aquello de tu poco afecto hacia estos animalitos.
Cambiálo por otro de tu gusto...

Anónimo dijo...

...sería mas lindo, si vivieras las historias que escribes en realidad, que por un segundo las dejaras salir de tu cabeza, para porfin empaparte de la felicidad de ponerlas en accíon...