2.11.2009

A la distancia me tientas

Y a la distancia me tientas, me convences de tu existencia y sonríes sin restricciones. A tal distancia que parece desaparecer a ratos, que parece ser tan corta, pero estás tan lejos, así y todo me tientas.

Con tu acento y tus ojos de felicidad logras mostrarme lo que tanto quiero, con tu acento suena tan bien mi nombre, suena tan bien todo, la vida es distinta en tu acento.

De madrugada me tientas, a ser lo más honesto que te he sido, a ser lo que debí ser un par de meses atrás, a provocar ese abrazo que te debo y querer cobrarle a la vida lo que ha quedado pendiente. Se agradecer lo que hemos vivido, pues ya es mucho tiempo, más de lo que creímos al inicio, mucho más a pesar de las circunstancias.

He encontrado lo que no buscaba tanto, por lo menos, lo buscaba en otros lugares sin mejores resultados. Y es que muestras una versión de mi que me gusta, muestras un continuo acorde de sublimes melodías, muestras una vida que añoro y logras simular la ausencia con mensajes y mimos con sabor a otro mar.

Es tanto lo que te extraño que la cuenta regresiva es tan elocuente, está tan viva que espero cual nave para despegar cuando falten menos de 10. Háblame antes de dormir y muestrame el camino que debemos caminar juntos, camina conmigo cuando despiertes y yo te hablaré antes que cierres tus ojos despidiendo el día.

En el rincón que estés entrego mi esencia abriendo las puertas para curar las heridas que han llegado antes, las tuyas y las mías. Nos encontramos entre razones y temores, entre dichos y entredichos de extraños que nos presentaron y acordaron facilitar lo que aquí siga, nos señalaron la guía para luego dejarnos a nuestra suerte, para intentar reivindicar los desamores y sinsabores de tiempos anteriores.

Poco importa todo lo que nos dice que no, no importa lo lejos que vayas, no es otro verano de 40° cualquiera, poco a poco todo va dando lo mismo y poco a poco basta con la sombra que viene desde tus letras y recuerdos que ya se han forjado.

Hoy quiero verte reir, quiero verte más que ayer y quizás mucho menos que mañana, pero quiero estar ahí o que estés acá sentada a mi lado mientras el viento nos desordena y la tarde se esconde para dejarnos solos.

Estamos atrapados sin estar castigados con la falta de una leve locura que alimente las canciones que escuchamos mientras parecieramos estar en rutas separadas y distantes, que te ves tan sola a lo lejos y me veo tan sólo acá, pero que distinto se siente, no te siento tan sola ni me siento abandonado, nuestras soledades acordaron reunirse permitiendo la compañía del sueño más dulce, entregándonos trucos fáciles para días duros.

No valen ni caben las explicaciones ni los juicios a priori de la importancia de que existas, ni las interrogantes son tan importantes cuando quiero atraparte y dejarte escapar hasta donde quieras correr para volver con el pulso acelerado.

Y es que a la distancia me tientas, sin mayores dudas ni seguridades...a la distancia me tientas.


1 que tienes que decir...:

Anónimo dijo...

"Mucho se ha hablado de las coincidencias de las que la vida está hecha, tejida y compuesta, pero casi nada de los encuentros que, día a día, van aconteciendo en ella, y eso a pesar de que estos encuentros arreglan y determinan la misma vida, aunque en defensa de aquella concepción parcial de las contingencias vitales sea posible argumentar que un encuentro es, en su más riguroso sentido, una coincidencia, lo que no significa claro está, que todas las coincidencias tengan que ser encuentros."
El evangelio según Jesucristo, José Saramago.

... Leí esto mientras muy seguramente tu veías el Pacífico y yo el Atlántico.