Suele pasar que cuando tenemos la sensación de tener todo controlado y que no nos afecta nada, los hechos nos refriegan en nuestras propias narices que nada es lo que parece. A veces nos encontramos en un lugar sin ninguna intención, lo que haría imposible realizar una doble lectura de nuestra realidad y todo gira y aparecen intenciones, buenas, malas, e incluso aquellas que podemos clasificar de neutras. La frase "Todo es por algo" no puede ser más precisa o más abierta, pero nos sitúa en un mar de posibilidades y con la completa conciencia que todo lo que hacemos tiene un propósito y todo lo que hace el resto de las personas también, cada día cuesta más pensar que las intenciones no existen y que hacemos cosas por que sí.
Es más, uno puede sentir que todo se va moviendo a favor de algo, el contexto se mueve junto a nosotros o en una dirección completamente distinta, pero se mueve y nos va marcando el camino, y cuando las direcciones se conjugan y somos capaces de apreciar que existe un propósito, es más fácil reconocer las intenciones, ya que las ubicamos dentro de un contexto, favorable o adverso, pero existe.
En algun post anterior lo mencioné, la vida no para y siguen sucediendo los hechos, sólo hay que sintonizar con ellos y tomar los que nos hagan bien o que estén relacionados con lo que buscamos.
Hoy quiero un abrazo, un roce, o simplemente que me tomen la mano para cambiar, para disfrutar más aún lo que pasa. ¿Puede existir algo mejor que sentir?.