12.18.2006

Consecuencia de consecuencias

Qué fácil es pisarse la cola. Qué fácil es terminar haciendo lo que uno criticaba tan duramente. Estamos sometidos a distintas pruebas constantemente y sin darnos cuenta una de las pruebas más difíciles que debemos enfrentar es la de ser consecuentes con posiciones planteadas frente a situaciones específicas que vivimos día a día.
Un día podemos criticar y oponernos a una situación que creemos no es adecuada en relación a un tercero, y cuando esta situación se nos presenta de nuevo y con uno mismo como protagonista, no siempre recordamos lo que dijimos hace tiempo atrás, y quedamos atrapados en un verdadero círculo vicioso. ¿Cuánta importancia tiene ser consecuente? ¿Cuáles son los efectos de no serlo?.
Yo creo que el hombre que se desarrolla constantemente, que siempre se encuentra emitiendo mensajes de diferentes maneras, debe ser la consecuencia de sus consecuencias. Me explico, me refiero que el "deber ser" tiene que ver con eso, tiene que ver con que seamos capaces de mantener un discurso, que probablemente evolucione con el tiempo, pero en líneas generales mantener nuestra posición frente a las cosas y por sobre todo debemos ser consecuentes con aquellas cosas que nos definen, es la única forma de poder construir nuestra identidad y no contradecirla.
Nuestra credibilidad está en juego cuando acusamos deficiencias en nuestra consecuencia, nuestra imagen, aquella que proyectamos y que el resto percibe, está definida por esa consecuencia, por el tomar un camino y abrirse camino al andar, por siempre estar optando por lo que tiene que ver con lo que nos define. Si bien podemos replantearnos ciertas cosas, no podemos estar en una constante transformación de nuestros principales paradigmas.
El olvido o tergiversación de lo relevante acompaña al hombre desde sus inicios como sociedad, y eso es lo que vemos todo el tiempo frente a nuestros ojos y es la sociedad que construimos.
Lo que vivimos es consecuencia de una inconsecuencia histórica, y es nuestra responsabilidad cambiar la historia, no la de hoy, sino la de mañana.